sábado, 28 de junio de 2014

Pronuncié

Yo, eminentemente pacifista, reprobé que recurrieran a las armas y publiqué en artículo en mi periódico, en el que desechó la violencia: "La religión ni se propagó, ni se ha de conservar por medio de las armas. Ni Jesucristo, ni los Apóstoles, ni la Iglesia han empleado la violencia con ese fin. Las armas de la Iglesia son el convencimiento y la persuasión por medio de la palabra", pronuncié.

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